Un suave olor inundo mis sentidos, la procedencia era desconocida solo sabia que estaba por allí en algún lugar.
Había bajado a dar una simple vuelta, quizás por aburrimiento, quizás por conocer algo distinto que no sean las simple paredes de la inmensa mansión, o quizás simplemente por que necesitaba salir de aquel ambiente tan incomodo.
Los arboles se movían suaves ante la leve brisa que corría por los alrededores dando a la noche un aspecto único e insuperable.
Me encontraba algo perdida y no me reconocía estaba ausente y desorientada, tanto tiempo encerrada había echo que mis meros sistemas de alerta estuviesen algo oxidados.
¿Que me pasaba?.