el fin de mi busqueda

llegué a la mansión y toque la puerta esperando respuesta...

Oí nuevamente la puerta, y me dirigí a abrirla.

-Hola, ¿Querias algo?.- Dije a la nueva Vampira, que no sabia como, me resultaba familiar.

-Me gustaría alojarme en esta mansión

-No soy el patriarca, tendrás que esperar a que llege Diane.- Entonces me dí cuenta de que tenia los mismos ojos que Damian, el vampiro nuevo, y que habia hablado de una hermana gemela, sí no habia duda, era ella. -¿Buscas a tu hermanito?-

- Está bien, esperaré. Sí, busco a mi hermano, ¿sabes donde puedo encontrarlo?

-A estas alturas estará recobrandose de sus rupturas-Sonreí.

Lo miré con cara de temor y le pregunté: -¿Qué le a ocurrido a mi hermano?-

-Oh no te pongas nerviosa-Sonreí.-No ha muerto, puedes darte por contenta con eso.-

-¿Crees que no debo hacerlo? es mi hermano, ¡me preocupo por él!- Le miré con cara de asombro.

-Yo que tú empezaba a preocuparme por tí, no tardaras en realizar tu prueba de acceso, e imagino que querras quedarte aquí con tu hermano, por lo que no te queda de otra que superarla.-

Le miré con un cierto brillo en los ojos. Empecé a temer por mi vida...

-¿Que sucede?-

- Temo por mi vida.

La miré con una pequeña sonrisa. - Encantada de conocerte

-Valla, era divertido Diane.-

-Me llamo Verónica Adams, soy hermana de Damian-.

Con cara de emoción miré a mi hermano
- Por fin te encuentro... ¡que alegría verte!-.

-Ten cuidado con tus palabras, al menos a mí no me han dado ninguna paliza...
Por lo menos demuestro que cuido más de mi misma...